El códice Voynich es el libro más enigmático del mundo. Se trata de un volumen aparentemente imposible de entender que combina texto, imágenes e ilustraciones. Desde que fuera escrito hace más de 600 años, sabios, reyes e, incluso espías de la CIA han intentado descubrir su contenido sin éxito. Sin embargo, todo está empezando a cambiar gracias a la inteligencia artificial.
Un grupo de científicos computacionales de la University of Alberta están sometiendo este antiguo manuscrito a una inteligencia artificial creada para entender las ambigüedades humanas en el lenguaje.
En primer lugar, los investigadores mostraron a la máquina extractos en 400 idiomas distintos de la Declaración Universal de Derechos Humanos como punto de partida para que la máquina comenzase a identificar los idiomas.
Tras esta primera fase, los investigadores optaron por el códice Voynich para poner a prueba las capacidades de su inteligencia artificial. Aunque en un primer momento se teorizó sobre la posibilidad de que estuviese escrito en árabe, después de que la inteligencia artificial escudriñase el texto con su algoritmo concluyeron que se trataba de un volumen escrito en Hebreo.
«Fue un hallazgo sorprendente», asegura el profesor Greg Kondrak, que dirige la investigación. «Descubrir la lengua en la que está escrito es solo el primer paso, ahora intentaremos descifrar su contenido», añade.
Los investigadores están trabajando bajo el supuesto de que el códice está escrito a partir de alfagramas -un juego de palabras que consiste en definir una frase con otra frase creada a partir de rimar palabras que se escriben de forma similar salvo por las letras del principio- en dicha lengua.
Sin embargo, hasta el momento, los investigadores han sido incapaces de encontrar expertos en hebreo antiguo y tuvieron que optar por su propio software. «El 80% de las palabras del códice aparecen en un diccionario de Hebreo, pero desconocemos si tienen significado en su conjunto», asegura Konrak.
Para solucionar esta incógnita optaron por lo que haría cualquier avispado usuario de internet: utilizar Google Translator. «Contiene frases con coherencia gramatical que puedes interpretar», señala Konrak. Por ejemplo, según sus hallazgos, el manuscrito comienza con una extraña frase: «Hizo recomendaciones para el cura, el hombre de la casa y yo y la gente[SIC]». «Una frase extraña para el comienzo de una obra pero que tiene sentido», asegura.
Hasta la participación de historiadores especializados en hebreo antiguo en el proyecto, será imposible interpretar y conocer en profundidad el contenido del códice Voynich. Sin embargo, la parte más difícil de este misterio de más de 500 años ya se ha resuelto.
Fuente: EL MUNDO