Esta vez el Cronovisor nos transporta a una fecha muy particular de la Historia reciente de Europa: 13 de mayo de 1917. A mediodía de aquella jornada, tres niños de edades comprendidas entre los 7 y los 10 años tienen un extraño tropiezo con una “señora que brilla más que el Sol” que se dirige a ellos por sus nombres. El revuelo causado por su relato y la promesa de la señora de que regresará dentro de un mes, serán el punto de partida de una serie de sucesos llamados a protagonizar grandes cambios geopolíticos.
Las llamadas “apariciones de Fátima” –que se prolongaron entre mayo y octubre de 1917- dejaron un curioso legado a aquellos niños: tres secretos o revelaciones que ellos se cuidarían de divulgar. Hasta 1941 la mayor de los niños videntes, Lucia dos Santos, no los pondría por escrito. Dos de ellos se hicieron públicos aquel año: mostraban una descripción del infierno y la amenaza de una nueva guerra si Rusia no se consagraba inmediatamente al Inmaculado Corazón de María y abandonaba su deriva comunista. El tercero, por una razón incomprensible entonces, se mantuvo sellado.
Más allá del evidente anacronismo del segundo mensaje de Fátima –supuestamente dictado en julio de 1917- que habla de una Rusia “a convertir” cuando aún no se había producido la revolución bolchevique a finales de aquel año, el “Tercer Secreto” se trocó en foco permanente de especulación.
En junio del año 2000 la Santa Sede decidió abrir por fin el sobre lacrado con la última revelación de Fátima, y lo que emergió de él fue interpretado como la profecía exacta del atentado fallido contra Juan Pablo II que tuvo lugar el 13 de mayo de 1981.
El Cronovisor repasa los diferentes momentos que vivió la “desclasificación” de los secretos de Fátima y el enorme impacto que tuvieron en la Historia de aquellos años convulsos.