El 16 de julio de 1945 Estados Unidos detonó la primera bomba atómica cerca de Los Álamos, en Nuevo México.
Más de cuatrocientos científicos y personal militar con credenciales de “alto secreto” se parapetaron en un búnker a 32 kilómetros de distancia para contemplar el resultado de años de intenso trabajo. Su objetivo era conseguir un arma definitiva que pusiera fin a seis años de guerra mundial.
Al contemplar el enorme fulgor provocado por la detonación nuclear, Robert Openheimer, responsable último del supersecreto proyecto Manhattan, evocó un oscuro pasaje del Baghavad Gita en el que Krishna se presenta ante Arjuna diciendo que “ahora yo soy la muerte, el destructor de mundos”.
El Baghavad Gita es, curiosamente, uno de los textos védicos más antiguos en el que se describen extrañas armas capaces de devastar países enteros, levantando vientos horribles que devoraban los cuerpos de los enemigos.
¿Vio Oppenheimer en esa literatura sagrada de más de 5000 años de antigüedad el eco de bombas atómicas detonadas en un remotísimo pasado de nuestro planeta? Y en ese caso, ¿qué civilización pudo haberlas creado? ¿Y por qué no tenemos ninguna evidencia de ella?
Javier Sierra pone en marcha por primera vez su Cronovisor –una especie de máquina del tiempo de la que habla en alguno de sus libros y que ahora “resucita” para SER HISTORIA- con el objetivo de despejar estas cuestiones. El viaje que nos propone nos llevará a descubrir las extraordinarias historias sobre armas, vehículos voladores y hasta estaciones espaciales que se describen en libros sagrados como el Mahabharata, el Ramayana, el Yajurveda o el Baghavad Purana.
Escuchar lo que dicen esos textos produce escalofríos.