Los niños en 1917 no supieron interpretar lo que vieron, fueron los adultos los que guiaron su relato y eligieron las palabras sobre uno de los episodios más relevantes del siglo pasado para la Iglesia católica.
Los niños en 1917 no supieron interpretar lo que vieron, fueron los adultos los que guiaron su relato y eligieron las palabras sobre uno de los episodios más relevantes del siglo pasado para la Iglesia católica.