Con el premio Planeta bajo el brazo, Javier Sierra vuelve después de 12 años a la televisión con ‘Otros mundos’ (miércoles, 22.00 horas), una docu-ficción del canal #0 de Movistar+ sobre los misterios que han atrapado su curiosidad desde pequeño.
En canal #0 llevaban mucho tiempo persiguiéndole para hacer algo juntos. ¿Por qué se ha resistido tanto?
Creo que la tele no estaba preparada para esto. Faltaba un espacio donde pudieras hacer un programa de esta naturaleza, que es una apuesta, sin tener que estar obsesionado por las cuotas de audiencia. Aquí nos hemos podido deleitar con un presupuesto lo suficientemente importante como para recrear escenas históricas.
¿Por qué todos los de su gremio citan a Jiménez del Oso como referente?
En España durante muchos años él era la cara del misterio. No había ni otra televisión ni otra figura que nos hiciera vibrar de esa manera. La tele de hace 30 o 35 años era de grandes personalidades, y eso se ha perdido. Miguel de la Quadra-Salcedo, Rodríguez de la Fuente, Hermida, Jiménez del Oso… Gente con una capacidad comunicativa brutal.
¿Eso quiere decir que no le gusta la televisión generalista de ahora?
Veo que se está desperdiciando. Creo que hay demasiado entretenimiento y poca tele formativa en las cadenas generalistas. Veo poco Carl Sagan y poco Rodríguez de la Fuente.
Y poco Javier Sierra también, ¿no?
Sí, quizás. La tele ha abandonado aquel espíritu con el que nació de completar la formación de la gente. Ahora se busca solo distraer y alejarla de las grandes preguntas. Debería haber un poco más de filosofía.
¿No le han propuesto hacer una serie con alguna de sus novelas?
No me han ofrecido nada que me convenciera plenamente. Por eso no se ha dado luz verde a ningún proyecto. También ha influido la falta de presupuesto, como en el caso de ‘La cena secreta’. Quizás no ha llegado el momento y esté por venir. Lo último que hice fue ‘El arca secreta’ en el 2007 para Antena 3. Quiero que mi regreso sea cauto: vamos a ver qué pasa con estos seis capítulos.
¿De qué depende que se hagan más capítulos en un canal de pago como Movistar+ donde no hay esas urgencias con los audímetros?
De la ilusión con que se reciba, de que nos guste a todos y de nuestras agendas. La mía ahora es un poco complicada, y no solo por el premio Planeta. ‘El fuego invisible’ está siendo adquirido por un montón de países y tendré que ir allí a promocionarlos. Eso ocupa mucho tiempo, pero si el proyecto merece la pena haría un esfuerzo. Veo en ‘Otros mundos’ un nuevo vehículo de expresión. En el fondo este programa debe mucho a mis novelas porque utilizo la ficción para contar historias que son de verdad. Esa mezcla es muy potente. Si lo hacemos bien, tendremos un formato muy bonito. Esta serie va ‘in crescendo’ a medida que avanzan los capítulos.
Pero se suele hacer al revés para atraer la atención del espectador en el primer capítulo…
Pero es que yo no soy normal. En aras del consumismo televisivo, muchas veces invertimos el orden. Yo podía haber empezado con el capítulo 3, que es espectacular. Pero prefiero que el espectador nos vaya descubriendo.
¿Cuál es el misterio que más le ha intrigado desde niño?
Esto evoluciona con la edad. Lo que refleja esta primera temporada es mi preocupación por las luces, por los ovnis. Yo terminaba viendo ovnis hasta en los escudos de las ciudades. Pero es que luego preguntabas y había una historia de ovnis detrás. Más adelante empiezo a preocuparme por otras cosas. Cuando creces, quizás empiezas a preocuparte menos por las vidas ajenas, aunque sean extraterrestres, y más por tu vida y lo que va a ser de ella. Te empiezas a preguntar qué hay después de la vida. Si la serie tiene continuidad todo eso se va a ver reflejado.
¿Dónde se ha grabado la serie?
En EEUU, Portugal e Italia. Dentro de España el escenario principal es Teruel. He querido grabar en mis calles, entre otras cosas porque es una ciudad bonita que da estupendamente en pantalla, aunque sea muy desconocida. De alguna manera esta serie es un homenaje a Teruel y a todas esas pequeñas ciudades donde las historias se viven con más intensidad. En las grandes todo se diluye porque tu madre no te puede dejar solo por si te pasa algo. Cuando te dejan solo te pasa lo que a mi, que en el camino del colegio estaba el cementerio. ¿Sabe lo que era desviarme para visitar el cementerio y empezar a ver lápidas con los apellidos de todos mis amigos? Eso es tremendo.
¿Ha pedido subvención al Ayuntamiento de Teruel por la promoción que le va a hacer?
No. Lo único que hice fue pedir ayuda para que me cortaran las calles y poder rodar. En el momento en que te dan subvención, te quitan libertad. Nadie regala nada. Cuando hice el libro sobre el Museo del Prado no pedí permiso porque me hubieran guiado. No quiero que me den nada.
¿Nota que su nombre le abre ahora muchas puertas hasta el punto de cederle un cráneo prehistórico para analizarlo?
Eso pasó antes de darme el premio Planeta. Supongo que ahora con ese galardón se me abrirán más puertas. Yo he intentado siempre ser muy serio y responsable, y creo que eso ha ayudado para que se me abran instituciones. En el caso del Museo Thyssen nos han dejado tocar un cuadro del 1500 sacándolo del marco. Eso se debe en parte a la reputación. En ese sentido, tengo la sensación de haber encontrado un buen socio en Movistar+, que tiene un proyecto de televisión maravilloso donde no importan los tiempos. La serie puede parecer lenta, pero es que debe ser así por aquello de relajarse.
¿Cree que el premio Planeta puede ser también un buen ‘socio’ para incrementar esa reputación?
Supongo que sí, pero se verá con el tiempo. Planeta tiene sus intereses en el mundo audiovisual, pero sus canales de televisión son convencionales y tienen prisa, mientras que Movistar+ es una tele ‘gourmet’. Un guiso a fuego lento. Es maravilloso que se pueda hacer porque hasta hace poco no se podía.
¿Su hijo Martín siente la misma curiosidad por el mundo del misterio que usted cuando era niño?
Sí. Yo le digo que estudie, como me decían mis padres a mi. Tengo mucha fe en lo que puede provocar la figura de Martín en los chicos que vean la serie. Les puede despertar la curiosidad y hacer que levanten los ojos de las consolas y los móviles.
¿Le ha costado mucho ganarse la credibilidad, como confesaba hace poco su colega Iker Jiménez hablando de sí mismo?
A él le costó mucho que lo tomaran en serio. Iker y yo somos muy amigos: tenemos vidas paralelas y muchos puntos en común. A mi también me costó mucho. Pasé momentos malos, pero al final eso te curte.
¿Le hubiera gustado tener un programa similar a ‘Cuarto milenio’?
Ya lo tuve en Telemadrid durante un año y medio. Se llamaba ‘El otro lado de la realidad’ (hace 12 años) e Iker iba de invitado. Luego surgió ‘Cuarto milenio’, con lo que aquel programa fue un prólogo. Más adelante llegó el éxito internacional de mis novelas y tuve que dedicarme a eso. Ahora volver a la tele para hacer un ‘Cuarto milenio’ no sería de rigor. Iker hace un grandísimo programa que para mi es uno de los mejores porque está muy bien hecho. ¿Voy a hacer yo lo mismo que mi amigo Iker? No, hombre. Tenía que hacer otra cosa. Estoy seguro de que cuando Iker vea ‘Otros mundos’ va a pensar que le habría gustado hacerlo.
¿Cree que se puede resolver el misterio de la DUI y del artículo 155?
Sí, pero no está en una mente poco imaginativa como la mía. Hace falta mucha más imaginación.
Fuente: EL PERIÓDICO