Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Granada ha descubierto una necrópolis en la Sierra Arana de Darro (Granada) de entre 5.000 y 6.000 años de antigüedad, y que estuvo en uso durante más de un milenio, lo que la convierte en la más longeva de Granada y de las más perdurables de Europa.
Las excavaciones las ha llevado a cabo un grupo de investigación del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad, así como el estudio de estas cámaras funerarias de forma poligonal o rectangular construidas con grandes losas de piedra, a las que se accede mediante pequeños y estrechos pasillos.
La necrópolis recibe el nombre de «Panoría», según ha informado la Universidad, cuyo profesor de Prehistoria y Arqueología Gonzalo Aranda Jiménez lidera el proyecto. Según la Universidad, por primera vez en más de un siglo de investigaciones se han realizado dataciones absolutas que permiten situar cronológicamente la construcción, su periodo de uso, las reutilizaciones y el abandono de las 19 sepulturas que componen la necrópolis.
Mediante la aplicación del método de datación radiocarbónica (un sistema que a través de la degradación de carbono 14 consigue datar cronológicamente la muerte de los organismos vivos) se han fechado a 19 individuos seleccionados de entre los hombres y mujeres enterrados en las cinco sepulturas excavadas.
Primeros enterramientos
El estudio de las 19 dataciones, con novedosas herramientas estadísticas, ha permitido llegar a la conclusión de que los primeros enterramientos en esta necrópolis se realizaron entre el 3525-3195 a.C, mientras que los últimos datan de los años 2125-1980 a.C., por lo que «Panoría» estuvo en uso durante más de un milenio, entre 1055-1410 años, según el análisis estadístico. Esta circunstancia la convierte en el espacio ritual y funerario más longevo de Granada y entre los lugares sagrados de mayor pervivencia de Europa.
Según los investigadores, las excavaciones han evidenciado que se trata de lugares de enterramiento colectivo donde la mayoría de los restos antropológicos han perdido sus conexiones anatómicas -aparecen amontonados unos encima de otros-. Asociados a los restos humanos se documentaron distintos objetos como vasijas, cerámicas, puntas de flecha, cuchillos de sílex o conchas marinas que formaron parte de los ajuares funerarios y de los ritos de inhumación propios de la época.
Según los estudios antropológicos, se enterraron personas de ambos sexos y de todas las edades, llegando a registrarse al menos 28 personas en una sola sepultura. No todas las sepulturas fueron construidas a la vez: las dataciones de las diferentes tumbas muestran variaciones cronológicas de cientos de años entre ellas.
Uso ritual y funerario
Según los arqueólogos, durante los más de mil años de uso ritual y funerario, las sepulturas fueron construidas en diferentes momentos temporales por grupos sociales muy dispares y muy posiblemente no relacionados entre ellos. En ocasiones las sepulturas fueron utilizadas durante escasas décadas, no más de dos generaciones, en otras durante siglos, mientras que también se documentan reutilizaciones tras largos periodos de inactividad funeraria.
Granada, y muy especialmente la cuenca de Guadix, posee una de las mayores concentraciones megalíticas de Europa. Hace 6.000 años, las sociedades de agricultores y ganaderos que habitaron la cuenca de Guadix eligieron la montaña de «Panoría» como lugar donde construir unos enterramientos realizados con grandes losas de piedra que suponían un cambio relevante. Por primera vez los grupos humanos realizaban construcciones visibles en el entorno y con un claro sentido de perduración en el tiempo, lo que evidencia el deseo de transcender el presente.