Además de sus libros más conocidos, la obra de Javier Sierra se extiende a infinidad de artículos en prensa, pequeños opúsculos u obras para coleccionistas bibliográficos. Un breve repaso por algunas de estas “obras perdidas” de Javier nos dará una idea de la amplitud de sus inquietudes en estos últimos años y ayudará a trazar una cronología de su actividad.
(1990) Su primer estudio monográfico
El Colegio Mayor Chaminade fue, durante tres años, residencia de Javier Sierra mientras completaba sus estudios de periodismo. Los días 17 al 27 de enero de aquel año organizó un Encuentro Nacional sobre Fenómenos Anómalos que derivó en la creación de una efímera Aula Investigadora de Anomalías Científicas en el seno de esa institución universitaria. Su principal huella fue esta primera monografía de Javier sobre el espinoso asunto de los contactados con supuestos extraterrestres. Desde una óptica antropológica, Sierra analizó lo que consideraba (y aún considera) el germen de los movimientos religiosos del futuro.
Años más tarde, esta obra sería traducida en Brasil dentro de una colección de monografías de la revista UFO, de Adhemar Gevaeerd.
(1991) Su segundo estudio monográfico
Desde 1987 corrían tiempos extraños para los OVNIs. Aquel año, coincidiendo con el cuadragésimo aniversario del caso Roswell y del inicio de la Era Moderna de los “platillos volantes”, se presentaron a la opinión pública los documentos MJ-12. Un manojo de papeles “top secret” que presuntamente revelaban la participación del gobierno de Harry Truman, en 1947, en la recuperación de una nave extraterrestre en Roswell. “Majestic-12” o MJ-12 era el nombre en clave de la comisión creada para investigar aquellos restos.
En este opúsculo de 34 páginas editado por la Sociedad Española de Parapsicología (SEDP) en 1991, se demostraba que aquel memorándum MJ-12 era un fraude elaboradísimo. Tal vez una “cortina de humo” creada por miembros de la inteligencia militar norteamericana para enmascarar otros aspectos del “caso Roswell”.
(1991) Su primera portada de revista
En julio de 1991, junto a Enrique de Vicente, José León Cano y Ángel García, Javier impulsó el lanzamiento de la revista Año Cero. Su aparición rompió la hasta entonces hegemonía de MÁS ALLÁ en los quioscos españoles, y logró una cuota de mercado de algo más de 100.000 ejemplares.
Javier fue el responsable del tema de portada del número 1 de Año Cero. Entrevistó a más de un centenar de pilotos españoles de líneas aéreas (120 exactamente), elaborando la primera macroencuesta entre éstos sobre el misterio OVNI. Estos fueron los resultados:
(1991) Su primer monográfico
Su aventura con Año Cero duraría poco. Javier quería viajar, investigar y dedicarse al reporterismo de lo desconocido, y su trabajo como redactor dentro de esa revista no le dejaba hueco para ello. Así que, cuando Antonio Ribera le ofreció que le acompañase a Tucson, Arizona (EE.UU.) al First World UFO Congress organizado por Wendelle Stevens, no fue Año Cero sino MÁS ALLÁ quien le ayudó a pagarse el viaje. Una vez allí, Javier Sierra visitó Roswell y Los Ángeles y regresó a España con siete reportajes. Fue José Antonio Campoy, entonces director de MÁS ALLÁ, el que le invitó a coordinar su primer monográfico en septiembre de 1991. Autores como Andreas Faber-Kaiser, Antonio Ribera, José A. Huneeus, Ignacio Darnaude, Ed Conroy, Shi Bo o Bertrand Méheust colaboraron en un número que vendió 125.000 ejemplares. Javier no abandonaría MÁS ALLÁ en tres años.
(1992) – Su primera enciclopedia
Tras el éxito del monográfico de MÁS ALLÁ sobre los OVNIs, se decidió que Javier Sierra coordinara una enciclopedia internacional sobre este misterio. Viajó a Roma, Londres y Nueva York para cerrar acuerdos con colaboradores y organizó Más Allá de los OVNIs, una obra en cuarenta fascículos, de casi 1.000 páginas y 5.000 ilustraciones, en la que escribieron autores como Zecharia Sitchin, Erich von Däniken, John Spencer, Jean Robin, Loren Gross, Linda Howe, Ann Druffel y los principales expertos en OVNIs de habla hispana. Hoy esta obra es una “pieza de culto”. Totalmente agotada, sus fascículos son difíciles de encontrar y muy valiosos.
(1992) – Su primer libro en quioscos
Técnicas de contacto extraterrestre fue el libro que acompañó al lanzamiento del primer fascículo de la enciclopedia Más Allá de los OVNIs. Este opúsculo de 64 páginas condensadas tuvo una tirada de 150.000 ejemplares y supuso una nueva revisión crítica del fenómeno del contactismo, pero desde una perspectiva más amplia de la habitual. En Técnicas, Sierra pasa revista a las diferentes tipologías de contactados (desde la psíquica –voces en la cabeza, escritura automática, ouija…– a la física –encuentros con humanoides–, pasando por la “visual” –avistamientos previa cita con OVNIs), y advierte de los graves peligros que rodean a este tipo de prácticas.
(1993) Comisión investigadora de fenómenos anómalos
Fundada en 1989 en el seno de la Sociedad Española de Parapsicología (SEDP), la Comisión de Fenómenos Anómalos fue un intento de Manuel Berrocal, Isabel Blázquez y Javier Sierra por dinamizar esa institución clásica de la investigación paranormal en España, fundada a principios de los años 70. Berrocal y Sierra editaron 6 boletines bajo el título genérico de Fenómenos Anómalos, en los que se habló de asuntos que, de otra manera, nunca hubieran tenido cabida en las publicaciones oficiales de la SEDP: los aterrizajes OVNI de Voronezh, URSS (1989), los círculos de Gran Bretaña, las crónicas de los principales congresos de su época e incluso propuestas de investigación novedosas para su tiempo.En una época donde Internet aún no se había puesto al alcance del público, los boletines cumplían una función básica entre los interesados a los misterios: les mantenían informados con datos poco relevantes para las publicaciones comerciales y servían para intercambiarlos con revistas de medio mundo…
(1995) Sus portadas más polémicas
Los meses de agosto, septiembre y octubre de 1995 fueron de gran actividad para Javier Sierra. Llevaba casi un año trabajando de nuevo para Año Cero como Coordinador Internacional de la revista, con funciones que le daban la libertad que él necesitaba en 1990. A los pocos meses de integrarse en el equipo de Enrique de Vicente, surgieron los rumores sobre la existencia de una filmación militar secreta que recogía las autopsias a los “extraterrestres” de Roswell de 1947. Javier se puso en marcha. Él ya había estado en Roswell (Nuevo México, EE.UU.) en 1991 y conocía el caso a la perfección. Se puso en contacto con los principales investigadores del asunto y en julio de 1995 obtuvo, en exclusiva para España, los primeros fotogramas de aquella filmación.
En Año Cero se dudó mucho sobre la conveniencia o no de llevar a la portada una de aquellas imágenes. ¿Y si eran un fraude? O aún peor, ¿y si eran parte de una estrategia calculada para desprestigiar el caso Roswell en particular y los OVNIs en general? Finalmente, conscientes de que tenían un material histórico entre manos, se decidió dar publicidad a los fotogramas y ponerlos en manos de expertos para su análisis. El revuelo en toda España aquel verano fue notable.
El forense José Manuel Reverte Coma, patólogos del Ejército del Aire, expertos lingüistas como Jorge Díaz e incluso genetistas del Instituto Dexeus de Barcelona fueron consultados por Sierra en un esfuerzo sin precedentes. Todo aquel trabajo, que ocupó tres portadas consecutivas de Año Cero, sería el germen del posterior y primer libro de Javier Sierra, Roswell: secreto de Estado.
(1996) ¿Qué se oculta tras los Expedientes X?
Este fue el año de Expediente X en España. La serie de televisión que emitió Telecinco alcanzó los primeros puestos en los ratings de audiencia y fueron muchos los que se preguntaron qué había de cierto o no tras las abundantes alusiones históricas y ufológicas de la serie. Enrique de Vicente, director de Año Cero, y Javier Sierra, nuevo subdirector de MÁS ALLÁ, trataron de resolver estas dudas en un librito de 122 páginas, publicado por Aguilar, que llegó incluso a traducirse al portugués, en Brasil, por Altos da Gloria.
(1996) Los guías del cosmos
Dentro de la misma colección que ¿Qué se oculta tras los Expedientes X?, Javier Sierra publicó una versión actualizada de sus Técnicas de contacto extraterrestre bajo el título de Los guías del Cosmos. En 114 páginas, Sierra revisaba, desde una perspectiva aún más historicista que en su trabajo anterior, la influencia de personajes que creían haber tenido contactos con seres elevados, espirituales, del más allá, o extraterrestres. Su lista de nombres influyentes es interminable: Juana de Arco, George Washington, Mozart… Todos ellos “contactados” por algo o alguien que no sólo cambió sus vidas, sino también el curso de la historia.
(1996-1997) Círculo de amigos de Expediente X
Gracias al éxito de Expediente X, los fenómenos paranormales regresaron a los grandes medios de comunicación de masas por la puerta grande. Suplementos de periódicos, semanarios, programas de televisión y radio hablaban de ellos casi a diario.
La compañía cinematográfica 20th Century Fox, propietaria de la serie Expediente X, creó un círculo de amigos gratuito al que se afiliaron más de 30.000 españoles. Eran personas que querían saber más sobre la información que inspiró esta serie. Por eso Fox responsabilizó a Javier Sierra de la creación de un boletín para los socios –del que se editaron siete números– y de la coordinación de un Comité de Expertos que examinara la serie al detalle. En ese Comité participaron los entonces directores de MÁS ALLÁ y Año Cero, José Antonio Campoy y Enrique de Vicente, además de Manuel Carballal, Josep Guijarro, Bruno Cardeñosa y Jesús Callejo.
En octubre de 1997, junto a varios socios de este círculo de amigos, Javier Sierra viajó a Nuevo México para mostrarles cómo era la ciudad que en el verano de 1947 albergó los restos de un «platillo volante» siniestrado.
(2003) Relato en Sobre Railes
Entre los días 26 de abril y 3 de mayo de 2003, junto a otros veintitrés destacados escritores del panorama literario español, Javier Sierra se embarcó a bordo del «Transcantábrico», una especie de «Orient Exprés» que recorre la cornisa norte de la península Ibérica desde Santiago de Compostela a León. El propósito era celebrar el 25 aniversario de este tren de lujo y reunir en un volumen relatos de cada uno de los autores invitados, a fin de recoger en ellos historias inspiradas en su recorrido ferroviario.
Javier Sierra, fiel a su estilo, desarrolló un cuento inspirado en los vitrales de la Catedral de León. En uno de ellos descubrió un retrato de Simón el Mago, históricamente el más peligroso rival al que se enfrentó Jesús en vida. Una suerte de hechicero capaz, incluso, de resucitar a los muertos. Su duda era obvia: ¿qué hace en un templo gótico una vidriera que homenajea a un personaje de ese cariz?
Su relato se recogió en «Sobre raíles», un volumen de 282 páginas con los escritos de los veinticuatro autores que disfrutaron de aquel memorable viaje: Jesús Ávila Granados, Jesús Callejo, Ángeles Carmona, Martín Casariego, Dulce Chacón, Juan Cobos Wilkins, Luis Conde, Juan Eslava Galán, Javier García Sánchez, Espido Freire, Milagros Frías, Manuel García Rubio, David López, Ignacio Merino, Pedro Páramo, Antonio Pérez Henares, Ramón Pernas, Rafael Reig, Luis Reyes Blanc, Eugenia Rico, Marta Rivera de la Cruz, Carlos la Rosa, Emilio Ruiz Barrachina y Javier Sierra.
(2004) Su primera colección de libros
A mediados de 2003, Círculo de Lectores dio a Javier Sierra la oportunidad de dirigir su primera colección de libros. Le pidieron que seleccionara y prologara nueve libros que representaran de algún modo su «narrativa de investigación». Esto es, títulos de ficción que abordaran diversos enigmas históricos y que estuvieran fundamentados sobre una documentación sólida. Javier empleó varios meses en la selección de los volúmenes que compondrían la coleccion, eligiendo obras tan difíciles de localizar como Génesis (una novela sobre los orígenes del fenómeno OVNI), o tan ilustrativas como Laberinto (sobre la llamada «guerra paranormal» entre EE.UU. y la extinta URSS). Finalmente «La cámara secreta» fue la etiqueta que agrupó su selección.
La colección tuvo una gran acogida entre los socios del Círculo de Lectores de España.
Las obras que Javier incluyó fueron: La conjura sixtina, de Philipp Vandenberg; El templo del rey Salomón, de Christian Jacq; Laberinto, de Larry Collins; El don de los deseos, de Judith Merkley Riley; Génesis, de W. A. Harbinson; Calamarí, de Emilio Ruiz Barrachina; El hombre que se convirtió en Dios, de Gerald Messadié; El cuerpo y la sangre de Eymerich, de Valerio Evangelisti y Tela de juicio, de Pedro Jesús Fernández.
(2008) Una selección de grandes misterios
A raíz de la publicación de su obra La ruta prohibida en Círculo de Lectores, Javier se embarcó en la selección y presentación de una colección de obras que consideraba fundamentales para los amantes de los enigmas de la Historia. Bajo el título genérico de “La ruta prohibida”, las obras publicadas fueron Talismán, de Robert Bauval y Graham Hancock; Los misterios templarios, de Louis Charpentier; Cristóbal Colón: el último de los templarios, de Ruggero Marino; Los secretos de Nostradamus, de David Ovason; La leyenda de los dioses blancos, de Pierre Honoré; María Magdalena: la novia olvidada, de Margaret Starbird; El universo de los laberintos (inédito en español), de Paul de Saint-Hilaire y El enigma de la Ilíada (también inédito en español), de Florence y Kenneth Wood.(2009) En compañía de Clive Cussler
Como consecuencia del éxito de las novelas de Javier Sierra en los Estados Unidos, el conocido escritor de aventuras norteamericano Clive Cussler pidió a nuestro autor un relato para una antología muy particular: Thriller, stories you just can´t put down. Y así, junto a las firmas de Jeffery Deaver, R. L. Stine, Marcus Sakey o Lisa Jackson, presentó su relato El quinto mundo, inspirado en el hipotético fin del mundo que sugería la extinción del calendario maya. Más tarde, ese mismo relato sería publicado como libro electrónico por Planeta y Atria Books en España y Estados Unidos respectivamente.
(2012) Homenaje literario a un año clave
Tras la muerte sin herederos del rey Martín I el Humano, la Corona de Aragón se enfrentó al terrible dilema de buscar un sucesor sin caer en los desastres de una guerra. Todo se resolvió en 1412 gracias al llamado Compromiso de Caspe, un debate en el que se votó al mejor y más legítimo candidato y en el que intervinieron nueve compromisarios: dos aragoneses, tres catalanes y tres valencianos. Entre todos eligieron a Fernando de Antequera (Fernando de Trastámara).
Seis siglos más tarde, nueve escritores de la narrativa histórica española coordinados por José Luis Corral se unieron en este volumen para aportar un relato que homenajeara la efeméride. Javier Sierra se fijó en detalles como que Martín el Humano fue el monarca que se llevó del monasterio de san Juan de la Peña el grial que hoy se venera en Valencia, pero optó por recrear el testamento de un nigromante que influyó en aquel Compromiso, Enrique Torralba.
Los otros autores que participaron fueron: Fernando Aínsa, José Calvo Poyato, Almudena de Arteaga, José Manuel García Marín, Totí Martínez de Lecea, Jesús Maeso de la Torre y Margarita Torres.
(2015) Una noche con los Amantes de Teruel
En octubre de 2014, durante la presentación en Teruel de su novela La pirámide inmortal, el alcalde de la ciudad animó a Javier Sierra a tratar de desvelar el misterio de los Amantes de Teruel pasando una noche encerrado en su mausoleo. Diego Marcilla e Isabel de Segura protagonizaron a principios del siglo XIII una dramática historia de amor. A causa de la escasa fortuna de Marcilla la familia de Isabel le dio cinco años para hacerse con un capital que le permitiera desposarse. Diego marchó a la guerra y regresó justo el día en el que vencía aquel plazo, a tiempo para ver cómo su amada era casada con otro hombre. El impacto fue tal que ambos, dice la leyenda, murieron de amor.
Javier pasó esa noche junto a los cuerpos momificados de Diego e Isabel y cuenta sus impresiones y sus hallazgos en un texto que solo puede adquirirse a través de la Fundación Amantes de Teruel (www.amantesdeteruel.es)