Tras tres años de rumores y circo mediático, Egipto ha confirmado este domingo que no existen cámaras ocultas en la tumba de Tutankamon en el Valle de los Reyes ni en las zonas adyacentes enterrando las tesis del arqueólogo británico Nicholas Reeves sobre la posibilidad de hallar en uno de sus muros el acceso a la sepultura de Nefertiti.
«La investigación geofísica de alto nivel proporciona la evidencia concluyente de que no existen cámaras ocultas junto o en el interior de la tumba de Tutankamon (KV62)», ha señalado el Ministerio de Antigüedades de Egipto en un comunicado remitido a la prensa. Desde el pasado año un equipo de investigadores italianos había asumido la tarea de inspeccionar el enterramiento, situado en Luxor, a unos 600 kilómetros al sur de El Cairo.
Según Francesco Porcelli, director de la misión de la Universidad Politécnica de Turín que ha auscultado las entrañas de la sepultura, «la hipótesis sobre la existencia de cámaras ocultas o pasillos adyacentes a la tumba de Tutankamon no está respaldada por los datos del escáner, con un alto grado de fiabilidad».
«El radar no aporta pruebas de discontinuidades de la roca natural a muros construidos por el hombre ni ningún rastro de jambas o dintel de una entrada», agrega el investigador en un informe remitido al comité permanente del ministerio. Tampoco se ha detectado ninguna otra señal que pudiera interpretarse como «las paredes de una cámara o cavidades detrás de las pinturas de la cámara funeraria de la KV62».
El equipo italiano, que ha divulgado los resultados coincidiendo con la cuarta conferencia internacional sobre Tutankamon que se celebra estos días en El Cairo, ha empleado en sus pesquisas el radar de penetración de tierra (GPR, por sus siglas en inglés), un método de ensayo no destructivo que genera una señal electromágnetica que penetra en el subsuelo y mide la amplitud de la señal y el tiempo que tarda en retornar.
Sus datos proporcionan imágenes transversales de alta resolución del material explorado. A la investigación también han contribuido expertos de la vecina Universidad de Turín y dos compañías privadas de geofísica, encargadas de completar la información de GPR obtenida desde el interior de la tumba el pasado febrero. Según Mustafa el Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, las exploraciones se han llevado a cabo en dirección vertical y horizontal «con un muestreo espacial muy denso».
Las tesis de Reeves, invalidadas
Los resultados corresponden al tercer escaneado firmado desde que en el verano de 2015 Reeves publicara una teoría que recorrió rápidamente el planeta. El arqueólogo -que fue apartado de la investigación el año pasado, tal y como avanzó en exclusiva EL MUNDO- apostaba por la existencia de dos oquedades ocultas en los muros oeste y norte de la tumba de Tutankamón a partir del estudio de las fotografías en alta resolución que sirvieron al taller madrileño Factum Arte para construir la réplica de la tumba del «faraón niño».
Según su tesis, uno de los espacios albergaría la cámara funeraria de la esquiva Nefertiti. «Habría una cámara lateral debajo de la decorada pared oeste de la cámara funeraria y una prolongación de la tumba más allá del muro norte», apuntó el británico en una entrevista a este diario cuando publicó su teoría.
En el primer caso -camuflado bajo el mural de los doce monos, símbolo de las doce horas nocturnas que debía transitar el monarca antes de renacer-, la puerta conduciría a un almacén contemporáneo al resto de lo ya hollado que -según Reeves- podría albergar un ajuar tan maravillo como el hallado por Howard Carter, con más de 5.000 objetos amontonados en la antecámara, la cámara funeraria, la cámara del tesoro y un anexo.
En la pared norte, en cambio, el pasaje llevaría hasta una cámara funeraria. «Mi hipótesis es que nos encontramos ante una tumba dentro de una tumba. El enterramiento de Tutankamón se habría realizado en la parte exterior de una sepultura que ya existía y que se habría adaptado para tal fin». Ahí es donde yacería Nefertiti, madrastra de Tutankamon.
El escaneado echa por tierra todas esas hipótesis, que ya habían sido rechazadas por otros académicos como el egiptólogo y ex ministro de Antigüedades Zahi Hawass. Ya entonces, en declaraciones a este diario, Hawass calificó de «completa sandez» la teoría de Reeves, con el que libra una larga enemistad. «Nefertiti jamás fue enterrada en el Valle de los Reyes. Era creyente de Atón y en ningún caso el sacerdote de Amón le habría permitido situar allí su sepultura», deslizó.
«El tercer escaneado fue diseñado para detener la controversia que había aflorado después de los resultados contradictorios aportados por las dos muestras previas llevadas a cabo por equipos japoneses y estadounidenses», subraya la nota del ministerio, que confía ahora en dar por zanjado un debate que hizo correr ríos de tinta y alimentó durante meses el revuelo mediático.
Fuente: EL MUNDO