EFEMÉRIDE. El 2 de diciembre de 2008 -hoy se cumplen ocho años- se firmó en el Capitolio de Santa Fe, en Nuevo México, un histórico acuerdo de hermanamiento entre la villa soriana de Ágreda (3.084 habs.) y el Estado de Nuevo México (EE.UU). No solo fue la primera vez que un Estado norteamericano se vinculaba formalmente a una población española, sino también la primera ocasión que se hizo algo así inspirado en un hecho sobrenatural. Y es que, según consta en un documento fechado en 1630, editado por la Imprenta Real de Felipe IV y conocido como el «Memorial de Benavides», una monja de clausura de Ágreda fue la responsable de la conversión de miles de nativos americanos que vivían a orillas del Río Grande, a 10.000 kilómetros de distancia, gracias al don de la bilocación. Aquella religiosa de la orden Concepcionista -llamada sor María de Jesús de Ágreda- podía estar en dos lugares a la vez.
El hermanamiento debe mucho a la publicación en Estados Unidos de la novela de Javier Sierra que recoge estos hechos. En 2007 el entonces gobernador de Nuevo México Bill Richardson leyó la obra de Sierra y, junto al alcalde de Ágreda Jesús Manuel Alonso, tomó la iniciativa de unir simbólicamente su Estado con el pueblo del que surgió el primer documento impreso que describió su territorio. La inclusión de un facsímil de ese «Memorial» en las últimas páginas de La dama azul despertó la curiosidad del gobernador y allanó el camino para que ese acuerdo de hermandad se firmara. «En Nuevo México estamos abiertos a estos fenómenos», admitió Richardson a Sierra el día de la firma. «A fin de cuentas el lema de este Estado es ‘Tierra de Encantamiento’, ‘Land of Enchanment'». Richardson se mostró también muy interesado por otros asuntos «no de este mundo», como el incidente de Roswell (la supuesta caída de un «platillo volante» en esa localidad de Nuevo México en 1947), al que Sierra también ha dedicado un libro.
Seis meses después de este acto, durante la solemne concesión del título de Hijo Adoptivo de Ágreda a Javier Sierra, se cambiaron las señales viarias de entrada al pueblo soriano indicando su estatus de «Villa Hermanada con el Estado de Nuevo México», haciendo patente un vínculo que lleva cuatro siglos entrelazando dos lugares separados por un Océano.
En la actualidad, los contactos entre el consistorio agredeño y el Suroeste de los Estados Unidos continúan. Hace solo unos días una delegación de Texas, encabezada por el ex consul de España en Houston Miguel A. Fernández Mazarambroz visitó el convento en el que vivió la Madre Ágreda y mostró su interés por esta primera «exploradora» española en ese Estado. Texas, Arizona y Nuevo México fueron los territorios en los que fue vista «la dama azul» en el siglo XVII, sin que nadie hasta ahora haya encontrado una explicación a esos «vuelos» místicos.
En la imagen: El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, y el alcalde de Ágreda, Jesús Manuel Alonso, rubrican el hermanamiento de sus territorios en presencia de Javier Sierra.
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