Un grupo de investigadores italianos sugiere en una investigación publicada en la revista Meccanica, una revista científica especializada, que un terremoto ocurrido en la antigua Jerusalén en el año 33d.C. pudo haber provocado la aparición de la imagen de un hombre crucificado en la famosa Sábana Santa de Turín, que la tradición y muchos creyentes consideran que envolvió el cuerpo de Jesús. Los científicos, del Politécnico de Turín, creen que la radiación de neutrones causada por el seísmo pudo dejar «impresa» la figura en la tela de lino y que la datación por carbono 14 realizada en 1988 y que dice que el tejido es mucho más moderno puede estar equivocada por el mismo motivo.
En 1988 los laboratorios de Oxford, Tucson y Zurich publicaron los resultados de los análisis efectuados con el método del carbono 14 a tres muestras de la sábana de unos 50 miligramos cada una, datando el tejido entre los años 1260 y 1390. Los resultados del experimento, con una fiabilidad del 95%, fueron publicados en la prestigiosa revista Nature ante el desagrado de muchos de los estudiosos de la sábana de Turín, que veían peligrar la mayor reliquia de la Cristiandad.
Otros investigadores, sin embargo, han sugerido que el sudario es mucho más antiguo y que el proceso de datación es incorrecto debido a la radiación por neutrones, un proceso que resulta de la fusión o la fisión nuclear y durante el cual se liberan neutrones libres que reaccionan con los núcleos de otras moléculas estables para formar nuevos isótopos de carbono. Quienes así piensan consideran que remiendos en la tela, la exposición al fuego -un incendio en 1.532 obligó a remendar la sábana-, sustancias químicas o agentes radiactivos pueden falsear los resultados.
Emisión de neutrones
El asunto es muy controvertido, pero el equipo italiano va por la misma línea. Cree que las ondas de presión de alta frecuencia generadas en la corteza terrestre durante los terremotos son la fuente de esas emisiones de neutrones. De esta forma, los investigadores sugieren que la emisión de neutrones de un terremoto histórico ocurrido el año 33 dC en la antigua Jerusalén (8.2 en la escala de Richter), podría haber sido lo suficientemente fuerte como para dejar la imagen en la Sábana Santa (a través de la captura de neutrones térmicos en núcleos de nitrógeno), al mismo tiempo que podría haber aumentado el nivel de isótopos de carbono-14 que se encuentran en las fibras de lino. Esto podría haber confundido las pruebas de datación por radiocarbono 1988.
La Sábana Santa, una pieza de lino de 4,32 metros de longitud y 1,10 de anchura, muestra la parte frontal y dorsal del cuerpo de un hombre con barba. Apareció en la localidad francesa de Lirey a mediados del siglo XIV, propiedad del caballero Geoffroy de Charny, quien levantó una iglesia para su adoración. Fue presentada como la mortaja de Cristo y desde entonces es la reliquia más conocida y controvertida de la Historia, cruzando la frontera entre ciencia y religión. Como es un objeto tan polémico, seguramente la hipótesis de los investigadores de Turín será pronto discutida.
Fuente: ABC